Consumidores de Trigo Transgénico

16/06/21

En zafrán creemos que ir de compras es una excelente forma de ejercer la ciudadanía o de votar el mundo que queremos.  Comprar con responsabilidad es elegir un producto y aprobar un proceso, con su impacto en la salud, la sociedad y el ambiente. Del mismo modo, no comprar un producto a consciencia es una forma de desaprobarlo. La suma de estas elecciones diarias son tan importantes como las legislativas o presidenciales. La siguiente historia gira en torno al primer trigo transgénico del mundo y pretende pensar  cómo pesa el poder de los consumidores en la definición del sistema alimentario. 

Gracias al consumidor brasilero  

La semana pasada la Comisión Técnica Nacional de Bioseguridad(CTNBio) de Brasil postergó la aprobación del Trigo Transgénico HB4 desarrollado en Argentina, pidiendo a la empresa Bioceres más información para su evaluación comercial. Los motivos son muchos, pero muchos analistas coinciden que el factor más determinante detrás de la decisión fue el temor al rechazo de los consumidores.

La Asociación Brasileña de las Industrias de Galletas, las Pastas Alimenticias y los Panes y Tortas Industrializadas (Abimapi) y la Asociación Brasileña de la Industria del Trigo (Abitrigo) alertaron que los productores brasileros temen que los consumidores rechacen productos de consumo directo elaborados con cultivos transgénicos, que en ese país deben llevar un rótulo correspondiente. Según Abitrigo,”en una encuesta interna realizada a molineros brasileños, el 85% no estaba a favor de utilizar trigo transgénico y el 90% dijo estar dispuesto a detener todas sus compras de trigo argentino, en caso de que comenzara la producción comercial en ese país y exportara al país”.

Esta última advertencia se debe al temor de que una vez liberadas las variedades transgénicas no haya vuelta atrás. Es probable que se diseminen por polinización cruzada y se mezclen por “bolsa blanca”.  “Es muy difícil que no se mezcle con el trigo no transgénico, es más, en ningún país se logró hacer eso”, dijo Pablo Abbate, experto en trigo del INTA Balcarce.

La Libertad Condicional Argentina

La postergación de la aprobación brasilera retrasa tanto la siembra de la semilla transgénica en suelo argentino como la posterior incorporación del trigo transgénico en el pan y productos de consumo directo. Porque, cabe recordar, en octubre de 2020 el Ministerio de Agricultura de Argentina había  aprobado el Trigo HB4  pero sujeto a la condición de que Brasil haga lo mismo. Una clausula prohíbe comenzar a sembrar con destino comercial en la Argentina si antes no media una aprobación semejante del país vecino y principal comprador del cereal. Esta liberación condicionada del Trigo transgénico es muy significativa por lo que explicita e implica.

Primero dice que seaprueba el HB4 si nuestro principal comprador está dispuesto a seguir comprándolo”. Este sinceramiento es similar al que plantean los productores de trigo y panaderos brasileros, pero en otro nivel.  Más allá de los argumentos relativos a la “bioseguridad”, las entidades de productoras de Brasil dicen algo parecido, que ellos también lo aprobarían si sus compradores estuvieran dispuestos a seguir comprando (pero temen que no sea así). De esta manera, cada eslabón de la cadena mira hacia su cliente, el que tiene siempre la razón, estudia más que nada si podrá ubicar el producto. Y así la última palabra, la que puede vetar la aprobación condicionada, queda para el consumidor.   

Segundo, dice entre líneas que la política pública (más en tiempos de desesperación por el ingreso de divisas y suba de precio de commodities) está signada por el pragmatismo cortoplacista de la balanza comercial. La liberación condicionada desnuda que lo decisivo a la hora de aprobar un transgénico (instalar una mega-granja porcina, una explotación minera u  otro proyecto productivo) es el análisis de beneficios vs riesgos. Nada más.  

En definitiva, más allá de todos los argumentos,  sólo dos preguntas importaron: ¿Qué beneficios  económicos trae el trigo HB4? ¿Qué riesgos hay de que nuestros compradores se resistan a comprarlo? En zafrán tendemos a dialogar y discutir estas cuestiones con entusiasmo. Pero sirve entender que donde reina el pragmatismo los argumentos funcionan más para justificar decisiones que para nutrirlas.

Beneficios económicos del trigo transgénico 

Los beneficios económicos considerados por el Ministerio de Agricultura Argentino al aprobar el Trigo HB4 son básicamente los que explican sus creadores. De fondo, pesa la necesidad de capitalizar un desarrollo de más de 15 años de trabajo de colaboración público-privada.

Del lado privado, está la empresa biotecnológica argentina Bioceres, valuada en más de 700 millones de dólares, que promete ser el próximo unicornio argentino pasando recientemente de cotizar en la bolsa de NYSE American al Nasdaq Global Select Market. Del lado público, están algunos investigadores del  Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas  (Conicet) como la doctora en biología Raquel Chan, líder del proyecto, y un grupo de investigación de la Universidad Nacional del Litoral. “Aislamos de a uno algunos genes del girasol y los pasamos a una planta experimental que no los tenía. Eso es una transformación genética. Tras los estudios, los pasamos a cultivos de interés agronómico, soja y trigo, para iniciar los ensayos”, explica Raquel Chan.  Con ese gen HB4 del girasol el trigo demostró en experimentos de campo en diversas parcelas aumentar la tolerancia a la sequía mejorando su rendimiento en muchos tipos de suelos.

Desde Bioceres, aseguran que el Trigo HB4 tiene beneficios  ecológicos, por permitir un uso más eficiente del agua y una fijación de CO2 mayor a la de un trigo convencional. “Queremos avanzar en nuestro objetivo de ayudar a la agricultura en la transición hacia la neutralidad de carbono”, sostiene el CEO de la compañía, Federico Trucco. Ricardo Yapur, CEO de Rizobacter e integrante del Directorio de Bioceres explica que el Trigo HB4  “mejoraría el rendimiento entre el 10 y el 20% de acuerdo con los ensayos que se vienen llevando en los últimos 5 años. Principalmente en la subzona triguera que va de Río Cuarto hasta Bahía Blanca, que tiene más de 1 millón de hectáreas. Los cultivos sufren microsequías en distintos momentos del ciclo, por eso se puede usar en toda el área triguera del país. El año pasado, en los ensayos en Balcarce vimos incrementos del 13% en rendimientos”.

 

Riesgos económicos del trigo transgénico 

Lo que muestra la habilitación condicionada es que poco pesaron los argumentos sanitarios, ambientales o sociales del petitorio firmados por más de 1000 científicos de la argentina que se oponían al proyecto. Poco pesaron los riesgos detallados sobre la salud humana (toxicidad, alergias y peligros genéticos) del uso del glufosinato de amonio (hervida y agrotóxico autorizado en el paquete con el HB4). Menos aún se escucharon las críticas al modelo productivo extractivista hegemónico o el agronegocio, signado por el monocultivo, la dependencia de insumos extranjeros, el protagonismo de grandes corporaciones, el deterioro ambiental y social. Todos esos “pequeños riesgos” se consideraron apenas como factores indirectos, como motivos por los que el público podría rechazar el pan con HB4.

Tampoco parecen haber pesado los argumentos comerciales de largo plazo. Cabe señalar que el glifosato, herbicida indisociable de la soja transgénica, está autorizado en la Unión Europea como sustancia activa en productos fitosanitarios hasta el 15 de diciembre de 2022. Luego debe pasar una nueva evaluación de seguridad.  Siguiendo los pasos de Austria, Alemania ya anunció que prohibirá su uso desde fines de 2023. Si estos estos países ya piensan en trabar importaciones de alimentos con herbicidas para alimentar sus animales, ¿ qué pasará con ingredientes para el consumo humano?

Lo único que tuvo la fuerza de condicionar la liberación fue el temor a no vender en el corto plazo. Sólo eso explica que la decisión haya quedado sujeta tan sólo a garantizar la venta al principal cliente de hoy: Brasil.

El caso de Havanna

Pocos días antes de la decisión de la decisión de la CTNBio de Brasil, Bioceres y la alimenticia Havanna anunciaron  una alianza para desarrollar alimentos a partir del trigo HB4. Lejos de esconder la decisión la anunciaron en canales institucionales. Quizás con el aprendizaje de los frecuentes escraches públicos a Monsanto, la iniciativa se presentó cuidadosamente. Se apeló al orgullo nacional del desarrollo público privado nacional, mostraron las virtudes productivas, acentuaron su supuesto impacto ambiental positivo e intentaron diferenciarse de la experiencia de la soja y el glifosato.

Bioceres no es una empresa fácil de catalogar. Se autodefine desde hace tiempo como un  “proveedor totalmente integrado de soluciones de productividad de cultivos diseñado para permitir la transición de la agricultura hacia la neutralidad de carbono”. El 16 de marzo anunció la adquisición de acciones de Moolec, una firma de producción de proteínas alternativas que no implica el sacrificio de animales.  Havanna acompañó la misma línea discursiva, el desarrollo sostenible. Su CEO, Alan Aurich, comentó: “El deterioro ambiental que sufre el mundo potenciado por la coyuntura, generó una mayor conciencia del cuidado que requiere el planeta”.

Pero, conocida la iniciativa, las respuestas no tardaron en llegar. Bajo el hashtag de  #ChauHavanna, cientos de usuarios y personalidades ligadas a la ecología salieron a manifestar su disconformidad con un nuevo ingrediente en redes sociales. “El uso de trigo transgénico aumenta el uso de agroquímicos más tóxicos que el glifosato, tiene mayor riesgo a la contaminación genética a otros trigos y consolida el poder y concentración del agronegocio”, expresó la UTT en sus cuentas.

En el mismo sentido se expresaron Enrique Viale, fundador de la Asociación Argentina de Abogados Ambientalistas, y Soledad Barruti, periodista y autora de los libros “Mal Comidos” y “Mala Leche”. Señalaron que este nuevo ingrediente aumenta el uso de agrotóxicos (aún más tóxicos que el glifosato), los riesgos de contaminación genética a otros trigos, la dependencia de la ciencia al agronegocio y la presión por la privatización de las semillas.

Este experimento confirma algo que va más allá de la discusión de argumentos. Los consumidores tienen poder y no quieren agrotóxicos en su comida. Esa parece ser, hasta el momento, su última palabra.

 

Fuentes

https://www.perfil.com/noticias/sociedad/chau-havanna-polemica-por-acuerdo-de-uso-de-trigo-transgenico-en-alimentos.phtml

https://www.perfil.com/noticias/economia/bioceres-y-havanna-avanzan-con-su-alianza-para-elaborar-productos-sustentables.phtml

https://www.lanacion.com.ar/economia/campo/agricultura/volvio-el-debate-por-el-trigo-transgenico-nid04052021/

https://www.lanacion.com.ar/economia/campo/trigo-transgenico-razones-y-pasiones-enfrentadas-y-el-debate-abierto-sobre-lo-que-viene-nid2481408/

https://www.dw.com/es/trigo-transg%C3%A9nico-argentino-para-el-pan-nuestro-de-cada-d%C3%ADa/a-55276310

https://www.pagina12.com.ar/302009-trigo-transgenico-mas-de-1000-cientificos-advierten-que-es-r

https://www.pagina12.com.ar/305424-trigo-transgenico-y-modelo-agroalimentario-tratando-de-separ

https://bioceressemillas.com.ar/2020/10/27/aapresid-y-bioceres-semillas/

https://www.nodal.am/2020/10/argentina-organizaciones-rechazan-la-aprobacion-del-primer-trigo-transgenico-del-mundo/

https://www.redaccion.com.ar/tecnologia-de-vanguardia-o-agronegocio-por-que-debiera-preocuparnos-el-trigo-transgenico/

Notas relacionadas: https://www.zafran.com.ar/responsabilidad/por-un-sistema-alimentario-diferente/

 

 

 

 

 

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