El sobrepeso infantil está aumentando en todo el mundo y cada vez se manifiesta a edades más tempranas. Una mala y excesiva alimentación, unida a la falta de ejercicio y en ciertos casos factores genéticos, son algunas de sus posibles causas.
Además de los inconvenientes de salud asociados, los niños con sobrepeso pueden presentar dificultades psicosociales como rechazo de sus compañeros, aislamiento y distorsión de la imagen corporal, que también pueden afectar el rendimiento escolar. Una de las formas de combatir esta problemática es trabajar desde la PREVENCION tomando consciencia de que la alimentación infantil depende casi exclusivamente de los padres.
Aquí algunas RECOMENDACIONES PARA PREVENIR EL SOBREPESO INFANTIL:
Que, dónde y cuando: son los padres quienes ofrecen y organizan la alimentación familiar.
Respetar su apetito: los chicos deben decidir cuánto comen. No hay que forzarlos a comer de más, porque si no pierden el registro de la saciedad.
Monitorear su crecimientoy desarrollo a través de controles médicos periódicos.
Evitar el uso de la comida como premio o castigo: “si te portás bien, te llevo a comer una hamburguesa”, “si no terminás la comida, no hay postre”.
No hay alimentos prohibidos, ofrecer con menos frecuencia los NO saludables.
Ofrecer una alimentación variada, e incorporar todos los días verduras y frutas en el menú. Mirá las opciones que ofrece zafran.
Limitar el consumo de dulces, golosinas, gaseosas, jugos comerciales, frituras en general, manteca, crema.
Fomentar la actividad física: buscar alguna actividad que resulte divertida en espacios libres y evitar el sedentarismo diario (subir las escaleras, no usar el ascensor, mirar poca televisión, estar poco tiempo con la computadora).
Educar desde el ejemplo. “Si los padres no consumen verduras ni pescado, tampoco lo harán sus hijos”.
Lucía Giudici
Lic. en Nutrición
UBA (M.N. 4527)
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