Existe una infinidad de tipos de semillas. Son fuente de gran cantidad de principios nutritivos, ello debido a que son los óvulos fecundados de las plantas y por lo tanto depósito de nutrientes para el crecimiento de una nueva planta. Aportan entre 18 a 29% de proteínas, 18 a 20% de hidratos de carbono y de 45 a 60% de grasas vegetales.
Detallamos las propiedades de algunas de las variedades más comunes.
Semillas de girasol. Son ricas en vitamina B, manganeso, fósforo, cobre, calcio, ácidos grasos insaturados (especialmente omega 6).
Semillas de chía. La composición química de la Chía y su valor nutricional, le confiere un gran potencial para la alimentación. Son una fuente natural de ácidos grasos Omega-3, antioxidantes, proteínas, vitaminas, minerales y fibra dietética.
Semillas de zapallo. Su alto grado desintoxicante, su contenido vitamínico (vitamina E, complejo B), su contenido de hormonas vegetales, sus ácidos grasos insaturados, sus importantes minerales (magnesio, selenio) y su delta-7-esteroles favorecen el buen funcionamiento de nuestro organismo.
Semillas de lino. Compuestas principalmente por ácidos grasos esenciales poliinsaturados (75% omega 3 y 25% omega 6), que contribuyen a disminuir el colesterol. Además aportan cantidades significativas de fibra soluble, vit B, D y E y provitamina A.
Semillas de sésamo. Son ricas en proteínas y aminoácidos esenciales. También aportan ácidos grasos poliinsaturados (omega 6) y lecitina; por ello se les atribuyen efectos en la disminución del colesterol, en el buen funcionamiento del sistema nervioso y la memoria.
Aportan cantidades importantes de calcio de muy buena absorción. Así, como también fósforo, magnesio y hierro. Además de vitamina B1 y B2, E y mucílagos; estos últimos regularizan suavemente el tránsito intestinal.
Existen diversas variedades de la planta de sésamo. De acuerdo a éstas algunas dan semillas más claras, amarillas, rosadas, castañas o negras. El sésamo negro tiene más contenido en hierro que el blanco.
Por la amplia variedad de nutrientes que contienen, se les atribuyen funciones tales como energizantes y defatigantes. También favorece la mejor oxigenación cerebral y al fluidificar la sangre se convierte en preventivo de la arterioesclerosis.
Comer semillas no es tan difícil como parece. Simplemente agregalás en casi cualquiera de tus comidas. Se pueden incluir en salsas, en ensaladas, con yogurt, en el puré y en rebozados. Animate, no te vas a arrepentir.
Lic. Celina Moreno
M.N. 5984.
1 Comentarios
Me encanto Celina!! Interesante y muy bien explicado!