¿Cuáles son los problemas nutricionales en la infancia? Pautas de alimentación saludable en la niñez para conservar en la adultez.
El pasado 8 de junio, en el auditorio de Buenos Aires Market, Betina Kamrla y Gabriela Muro, Licenciadas en Nutrición, brindaron algunas recomendaciones sobre cómo abordar la alimentación de los niños y prevenir problemas de salud tanto en la niñez como en la adultez. Ambas profesionales participaron en el marco de la charla “Alimentación & primera infancia. Un tema, varias miradas”, en la que expusieron también Marcela Caratozzolo de la iniciativa Lupita Verde y Charlie Rivero Haedo por zafran Snacks Naturales.
La situación actual de la alimentación en la primera infancia plantea problemas nutricionales con tres grandes escenarios: exceso de peso, bajo peso y desnutrición oculta.
En los niños con sobrepeso existe una propensión a desarrollar enfermedades como diabetes, hipertensión, problemas cardiovasculares, colesterol elevado, además de una baja autoestima. Como contracara, los que tienen bajo peso están más expuestos a las enfermedades, a la anemia y son susceptibles de padecer osteoporosis. Finalmente, los niños que tienen un peso controlado pero no se alimentan adecuada y suficientemente pueden padecer carencia de hierro, calcio y vitamina A, entre otros elementos que favorecen un adecuado desarrollo de la capacidad intelectual, la visión, el estado inmunológico y la calcificación ósea, lo que se conoce como desnutrición oculta.
¿Por qué comemos mal?
Una de las causas que advierten Kamrla y Muro es que los adultos no hacen una adecuada selección de los alimentos para los niños, restringiendo (o evitando) el consumo de bebidas azucaradas, snacks no saludables y alimentos muy procesados. En este punto contribuye también la rutina cotidiana, sujeta habitualmente a los horarios de trabajo, que lleva al “picoteo” en lugar de favorecer el tiempo para sentarse a la mesa y compartir la comida. A esto se suma la tendencia al sedentarismo que debería combatirse con 30 minutos de actividad física diarios, o bien 1 hora al menos 3 veces a la semana, idealmente al aire libre.
Kamrla recomienda ejercitar una mirada más crítica de las publicidades de alimentos, muchas con mensajes engañosos y confusos sobre las propiedades de los productos, especialmente las dirigidas a los niños.
“Tenemos que ser más responsables de la información que ofrecemos a los chicos, en la primera infancia somos los adultos los que debemos guiarlos y proponerles alternativas a lo que ven en la tele, no está todo perdido, pero hay que trabajar más en prevención, planteando una alimentación variada con más frutas y verduras y estimular la actividad física”, señaló Kamrla. En este sentido la nutricionista remarcó que no hay mejor manera para establecer o modificar los hábitos alimenticios que dar el ejemplo. “Es muy difícil que un chico elija comer frutas, si nunca ve a sus padres comer frutas, entonces los hábitos de alimentación atañen a toda la familia”.
Otra estrategia para construir hábitos alimentarios saludables es respetar las 4 comidas principales (desayuno, almuerzo, merienda y cena) y enseñarles a reconocer las sensaciones de apetito y saciedad. También ofrecerles alimentos variados y coloridos aprovechando la época del año para incorporar los productos de estación. “Uno de los comportamientos que se evidencia entre los niños es el rechazo a probar nuevos alimentos, lo que se denomina neofobia, por eso es clave ser creativos y encontrar la manera adecuada de cocinarlos, por ejemplo cocinar con ellos”, indicó Kamrla.
Lo importante es tener en cuenta que las pautas de consumo propuestas para una alimentación saludable durante la primera infancia seguramente serán las que cimienten sus hábitos alimentarios mañana.