
La alimentación y la actividad física son los dos pilares fundamentales para lograr un nivel de vida saludable.
Ejercicio y vida sana
Todos podemos encontrar una actividad física para hacer.
Gente de todas las edades y ambos sexos obtienen grandes BENEFICIOS.
Y ¡lo más importante! No es necesario entrenarse a la par de un profesional.
Triple beneficio.
Mentales y sociales:
Mejorar el estado de ánimo: disminuyendo la ansiedad, el stress y la depresión.
Descansar mejor.
Aumentar la auto-estima.
Generar espacios para conocer gente.
Liberar tensiones.
Olvidarnos por ese momento de las preocupaciones.
Físicos:
Alcanzar y mantener un peso saludable.
Mantener niveles normales de presión arterial, colesterol y azúcar en sangre.
Regular el tránsito intestinal.
Fortalecer los huesos.
¡Opciones para todos!
Aeróbica: caminar al aire libre o en la cinta, andar en bicicleta, correr, nadar, bailar, hacer spinning, aqua gym, andar en rollers.
Localizada: aparatos, pilates, yoga, karate, clase en gimnasio.
Lo fundamental es realizar la actividad en forma regular. El tipo de ejercicio y la intensidad dependerán del objetivo y posibilidades de cada persona.
Sin embargo, las excusas para no hacer actividad física son interminables y sólo sirven para postergar beneficios para nuestro cuerpo y nuestra mente.
¡Basta de excusas!
“No tengo tiempo” no hace falta pasarse horas en el gimnasio para ser más activo. Caminar o correr es el ejercicio más simple y está al alcance de todos.
“Me aburre ir al gimnasio” otras opciones: baile, natación, aqua gym, yoga, pilates, personal trainer, squash, fútbol, bicicleta, tenis, golf, etc.
«Llego muy cansado» ¡moverse mejora el sueño!
«Empiezo el lunes» ¡cualquier día es el mejor para empezar!
Tu actividad física ideal
Es la que podés cumplir y se ajusta a tus necesidades. Poné objetivos reales, metas que se puedan lograr para no desmotivarte y dejarla. Buscá un lugar que te quede cerca de tu casa o tu trabajo, que sea accesible económicamente y lo más importante que te guste!
Lo ideal es ir al gimnasio mínimo 2 veces por semana. Empezá yendo el lunes. Cuanto antes vayas a hacer actividad, es más probable que puedas cumplir con tus visitas al gimnasio.
Consultá siempre con tu médico y profesor de gimansia que actividad física es la más adecuada para vos. Si hace mucho que no hacés actividad empezá despacio, con un período de 10 a 20 minutos de ejercicio ligero o de una caminata a paso acelerado cada día y gradualmente, aumentá la intensidad y la duración del ejercicio.
Indispensable: Usá un calzado adecuado, que sea liviano y con una suela flexible y resistente al impacto. De esta forma evitarás molestias o lesiones como ampollas y esguinces.
Estiramiento antes y después: Realizá siempre un estiramiento antes de empezar cualquier actividad. Permitirá que tus músculos y articulaciones sean más flexibles. Hacé lo mismo cuando termines de realizar el ejercicio.
Si no podés hacer una actividad programada, ¡se más activo en lo cotidiano!
- Bajate una parada antes del colectivo para caminar.
- Evitá el ascensor en tu trabajo o departamento y escaleras mecánicas en el subte.
- Buscá el delivery del almuerzo
“Alimentarse e hidratarse en forma correcta antes y después de realizar actividad física, te ayudará a tener más rendimiento y evitar la fatiga”
Empezar el día con actividad.
DESAYUNA “antes” de hacer cualquier actividad física.
Te permitirá realizar el ejercicio con más intensidad y evitar lesiones o fatiga.
¿Poco tiempo? Opciones prácticas, rápidas y livianas.
- Vaso de yogurt + cereales o barra de cereal o banana
- Jugo de naranja + tostado o galletitas con queso
Gimnasia después del almuerzo: Dejá pasar 1 hora para respetar la digestión. En ese tiempo se absorben los nutrientes que te darán la energía para alimentar la masa muscular.
Hidratación antes, durante y después del ejercicio. Muy importante reponer las pérdidas. ¡Anticipate a la sed! Lleva una botellita de agua cuando hagas actividad.
Lucía Giudici
Lic. en Nutrición
UBA (M.N. 4527)
contacto@luciagiudici.com.ar