Aún no terminó la COP28 pero el partido está perdido. Los minutos finales sobran.
-EL COMIENZO: todo arrancó con una jugada preparada, un anuncio de puesta en marcha del fondo de compensación por pérdidas y daños, una transferencia esperable de los países poderosos que provocaron el calentamiento global hacia los que más lo padecen. Pero el monto que juntaron voluntariamente (500 millones) resultó irrisorio. Cabe señalar que venimos de un compromiso incumplido de transferir 100.000 millones anuales en mitigación y adaptación. Incluso ese número es totalmente insuficiente en el año más caluroso desde que hay registros y con récord de eventos extremos. Sólo en Argentina, las sequías se llevaron más de 3 puntos del PBI con estimaciones que van de los 2300 a los 2900 millones de dólares.
-EL DESARROLLO: muy pronto el juego se centró en la transición de los hidrocarburos hacia las energías renovables. Aquí los negacionistas y los negociadores se combinaron bien y ganaron la mitad de la cancha. Lo hicieron con el estilo que los caracteriza, mintiendo un poco, desviando evidencias de la ciencia, pateando reformas, haciendo tiempo. Así, los negocios que calientan el planeta volvieron a imponerse.
-TERCER TIEMPO: la agricultura, el agua y la alimentación fueron los temas del último domingo. El sistema alimentario global es responsable del 30% de las emisiones de carbono y la mayor parte de la pérdida de bosques, humedales y biodiversidad. Pero ésta COP puso el acento en la amenaza del cambio climático sobre la seguridad alimentaria. La FAO presentó un estudio que muestra que en las últimas tres décadas se perdieron 3.800.000 millones de dólares de producción agrícola y ganadera por eventos climáticos extremos (y predice que será mucho peor). Para ganar resiliencia llamó a aumentar la financiación de la diversificación de los cultivos, la expansión de las cosechas tradicionales e indígenas y mecanismos para que los fondos de compensación lleguen directamente a los pequeños productores.
-SEDE ANFITRIONA: el tercer país productor de petróleo de la OPEP, donde el gas fósil (que viene creciendo como principal fuente de su electricidad) sirvió para iluminar y aclimatar las inmensas salas de conferencias, los hoteles de lujo, los aeropuertos.
-EL ÁRBITRO: el Sultán Al Jaber, CEO de Abu Dhabi National Oil Company, compañía nacional del Estado de Emiratos Árabes Unidos. La BBC difundió una denuncia en su contra de reuniones bilaterales con 27 jefes de estado para supuestas negociaciones de acuerdos petroleros.
-LAS FORMACIONES: imposible conocerlas en detalle pero no fueron 11 contra 11 ¿Cuántos de los 70.000 participantes jugaron por el bien común? ¿Cuántos fueron emisarios de intereses particulares? ¿Cuántas personas fueron a luchar y cuántas a lucrar? No sabemos, pero sospechamos que hubo decenas de miles más del lado de los negocios que externalizan daños. Claro que destacamos la participación de muchas empresas inspiradoras, jóvenes, comunidades indígenas y agricultores.
-GRANDES AUSENCIAS: los jefes de estado de las dos principales potencias, el país que más contaminó en la historia de la humanidad (EEUU) y el que más contamina hoy (China) sólo enviaron ministros y secretarios. Otra señal de que priorizan otra agenda, en un año de aumento de gastos militares que ya superan los 1.200.000 millones de dólares anuales sólo entre esos dos países.
-COMENTARISTA ESTRELLA: el secretario general de la ONU, António Guterres, fue el vocero más claro: “el éxito o fracaso de ésta cumbre depende de que el texto final reconozca la necesidad de abandonar todas las energías fósiles dentro de un calendario coherente con el límite de 1,5 ºC de calentamiento global”. Resta saber con qué palabras se terminará de expresar la voluntad de freezar los cambios radicales en la redacción final.
-El VAR. El Informe del Panel Intergubernamental de Expertos en Cambio Climático (IPCC), miles de científicos prestigiosos de 193 países, dejaron en claro que toda la humanidad está en posición adelantada. El momento del abandono del gas el petróleo y el carbón es ahora o nunca. Los pronósticos muestran que estamos sobrepasando los límites planetarios y que pronto entraremos en zona de colapso sistémico.
-PSICOLOGÍA DEPORTIVA, una interpretación de lujo extraída del libro de Kim Stanley Robinson, El Ministerio del Futuro. “(…) El valor hipotético de las 2500 gigatoneladas que deberían quedarse enterradas en el suelo, calculado utilizando el precio actual del petróleo, es del orden de mil quinientos billones de dólares. Parece bastante posible que esas 2500 gigatoneladas de dióxido de carbono acaben considerándose una especie de activos abandonados, pero mientras tanto habrá gente que intente vender o consumir la parte que posee o controla mientras pueda hacerlo. Solo lo imprescindible para ganar un par de billones de dólares, se dirán, no la parte importante, la que nos empuja hacia el borde del abismo, solo un poquito. El pueblo lo necesita. Las diecinueve organizaciones más grandes que harán eso serán, en orden de tamaño, de mayor a menor: Saudi Aramco, Chevron, Gazprom, ExxonMobil, National Iranian Oil Company, BP, Royal Dutch Shell, Pemex, Petróleos de Venezuela, PetroChina, Peabody Energy, ConocoPhillips, Abu Dhabi National Oil Company, Kuwait Petroleum Corporation, Iraq National Oil Company, Total SA, Sonatrach, BHP Billiton, y Petrobras. Unas cuatrocientas o quinientas personas tomarán las decisiones ejecutivas de esas organizaciones. Serán buenas personas, políticos patrióticos preocupados por el destino de sus queridos conciudadanos, directivos concienzudos y trabajadores que cumplirán las obligaciones que han adquirido con sus juntas y accionistas. Hombres en su mayor parte; padres de familia casi todos, con estudios y buenas intenciones; pilares de su comunidad; generosos donantes para obras de caridad. Cuando entran en una sala de conciertos se estremecen con la sombría majestuosidad de la Cuarta Sinfonía de Brahms. Querrán lo mejor para sus hijos”.
-EL PRÓXIMO PARTIDO ES DE OTRO DEPORTE. Hay un refrán optimista que dice que “la tercera es la vencida”, que luego de dos fracasos puede venir el triunfo. Éstas cumbres ya fracasaron 28 veces. Desde que existen los problemas se vienen multiplicando y agravando. “La treintava es la vencida” suena raro. Quizás lo que necesitamos son otras reglas de juego, dejar de pensar en competencias futbolísticas. ¿Es más fácil pensar en el fin del mundo que en el fin del capitalismo tal como lo conocemos? ¿Y si probamos borrando todas las líneas del campo, sacando los arcos y empezando a jugar colaborativamente? ¿Será demasiado tarde para jugar a otra cosa?
-Seguir leyendo…
Acciones de jóvenes que exigen otro juego: Un planeta en llamas enciende a la juventud | Otra Economía (otraeconomia.com.ar)
Reclamos pendientes de COP anteriores: La COP26, el IPCC, y el tamaño de la crisis climática (zafran.com.ar)