El amigo invisible

1/04/20

Muchos dicen que estamos en guerra contra un enemigo invisible. La idea está buena, porque nos une y motiva a cumplir nuestra parte, aunque sea quedarnos en casa. Pero sería más justo y modesto acordarnos que también tenemos un amigo invisible peleando por nosotros: el sistema inmunológico.    

Aunque no lo veamos, en cada infectado hay un ejército aliado luchando contra el coronavirus. Los temerarios soldados sin nación se llaman linfocitos, un tipo de glóbulo blanco producido por la médula ósea que elabora anticuerpos. Ellos impiden que el virus tome más células de rehén para reproducirse, detectándolos y destruyéndolos. En más del 80% de los casos nuestros aliados aplastan al invasor sin siquiera requerirnos ir al hospital. De hecho, las pocas complicaciones y derrotas se dan cuando los linfocitos no pueden llegar en buen número, por estar en sistemas inmunes deficientes (en la mayoría de los casos debido a la vejez).

Desde esta perspectiva, el sistema inmunológico no es un actor de reparto sino el protagonista de una guerra librada en un plano invisible. Desde este punto de vista, buscar la vacuna es la manera que tiene la ciencia de ayudar al sistema inmunológico a reconocer al invasor y destruirlo. Desde esta propuesta, no alcanza con quedarnos en casa sino que también es importante proveer de armas a nuestro sistema inmunológico.         

Lo fundamental ya lo sabemos: dormir entre 7 y 8 horas por día, evitar estresarnos (apagar el noticiero si nos abruma y respirar hondo), hacer todo el ejercicio posible (aunque sea desde casa), no fumar, no tomar alcohol en exceso  y comer bien.   Claro que todo esto debe complementarse con todas las medidas de higiene y aislamiento que son de público conocimiento.

Comida para reforzar las defensas                           

Como dijimos, en zafrán seguimos fundamentalmente el principio de comer variado y equilibrado. Creemos que si comemos todos los grupos esenciales de alimentos incluidos Guía Alimentaria para la Población Argentina (GAPA) incorporaremos todos los nutrientes que cumplen funciones importantes para el organismo. Creemos que si comemos una buena proporción de frutas y verduras de todo tipo y color, contaremos con las vitaminas necesarias (A, B, C, E) para defendernos de un virus. Creemos que es más útil enfocarnos en ingredientes visibles y hábitos cotidianos que en nutrientes abstractos.

Sin renunciar al principio anterior, en este contexto excepcional de pandemia, romperemos un poco nuestro estilo. Hoy queremos divulgar el consejo de varios especialistas de reforzar el sistema inmunológico mediante la ingesta de zinc y selenio. Según el médico infectólogo italiano Attilio Speciani, el máster en nutrición Milton Dan (MN 119041) o la médica inmunóloga Jenna Macciochi de la Universidad de Sussex, estos minerales juegan un papel en cientos de reacciones en el cuerpo y son extremadamente importantes para combatir las infecciones. Y dado que no pueden ser sintetizados o producidos por nuestro cuerpo, nos parece importante asegurarnos que los estamos incorporando a través de la comida.

Los alimentos naturalmente ricos en selenio son, especialmente,los mariscos y las nueces. También está presente en productos de origen animal como el pollo, carne vacuna, y en vegetales de hojas de verde y legumbres, dependiendo de la riqueza en selenio del medio en el que crecieron. Los alimentos ricos en zinc suelen ser similares, frutos secos (como las almendras y las avellanas), semillas de zapallo, pero también carnes, mariscos, cereales, verduras de hojas verdes, entre otros.

Finalmente queremos compartirte que estamos barajando la idea de elaborar una nueva barra para incorporar selenio y zinc de forma más rica y natural. Aún es un proyecto pero queremos compartirlo con vos. ¿Qué opinás?

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1 Comentarios

Cecilia Piña dice:

Buenísima idea!

Los comentarios estan cerrados.